[Anotación del 10 de enero de 2013]
P.
El padre de la novela Hablar solos (de Andrés Neuman) inventa calificativos para su hijo, de diez años. Los acabo de anotar mientras estás en clase. Son muy divertidos (aunque difíciles) y se parecen una barbaridad a los nuestros. La lista completa:
artrópodo gruñón
quelonio velocista
lagarto políglota
tiburón con gorra
marmota preguntona
(Este último hace pareja con nuestro fresno preguntón.)
Recuerdo que yo jugaba a algo similar con David, un amigo mío del colegio. Era como una pelea despiadada pero con palabras. Sería tres o cuatro años mayor que tú. Usábamos los nombres que aprendíamos y nos llamábamos protozoo, molécula, batracio… Conservo únicamente los sustantivos: se me han olvidado sin remedio los adjetivos.
P.
El padre de la novela Hablar solos (de Andrés Neuman) inventa calificativos para su hijo, de diez años. Los acabo de anotar mientras estás en clase. Son muy divertidos (aunque difíciles) y se parecen una barbaridad a los nuestros. La lista completa:
artrópodo gruñón
quelonio velocista
lagarto políglota
tiburón con gorra
marmota preguntona
(Este último hace pareja con nuestro fresno preguntón.)
Recuerdo que yo jugaba a algo similar con David, un amigo mío del colegio. Era como una pelea despiadada pero con palabras. Sería tres o cuatro años mayor que tú. Usábamos los nombres que aprendíamos y nos llamábamos protozoo, molécula, batracio… Conservo únicamente los sustantivos: se me han olvidado sin remedio los adjetivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario