martes, 5 de febrero de 2013


[Anotación del 10 de enero de 2013]


P.

El padre de la novela Hablar solos (de Andrés Neuman) inventa calificativos para su hijo, de diez años. Los acabo de anotar mientras estás en clase. Son muy divertidos (aunque difíciles) y se parecen una barbaridad a los nuestros. La lista completa:

artrópodo gruñón

quelonio velocista

lagarto políglota

tiburón con gorra

marmota preguntona


(Este último hace pareja con nuestro fresno preguntón.)


Recuerdo que yo jugaba a algo similar con David, un amigo mío del colegio. Era como una pelea despiadada pero con palabras. Sería tres o cuatro años mayor que tú. Usábamos los nombres que aprendíamos y nos llamábamos protozoo, molécula, batracio… Conservo únicamente los sustantivos: se me han olvidado sin remedio los adjetivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario